Algunos especialistas aseguran que en los próximos años los robots van a sustituir la mano de obra del hombre, de modo que las jornadas laborales comenzarán a verse disminuidas.
En este sentido se plantea una encrucijada: por una parte, las empresas valoran más los esfuerzos de las personas y por otra parte, la tecnología avanza a pasos agigantados y de manera veloz va sustituyendo las acciones del hombre.
Para estar preparados ante esta situación, donde inevitablemente el humano se verá afectado por la fuerza laboral tecnológica que representan los robots, es necesario educarse, no para hacerse imprescindibles pero si para hacerse más competitivos.
La tecnología es una clave en el desarrollo
Esta es una realidad que plantea la Comisión Europea y que está a la vista, la inteligencia artificial es un área de gran relevancia en el desarrollo económico del mundo.
Luego de que en el mes de abril del año 2018, 25 países de Europa firmaran la Declaración de Cooperación en materia de inteligencia artificial, se reconoce públicamente que los impactos de esta deben ser tratados de forma cuidadosa. Partiendo de un enfoque en cual la inteligencia artificial deba ir a la par de la educación, la capacitación y la evaluación de las políticas de los mercados laborales, se hace necesario que estos aspectos no sean desatendidos.
Preparar a las generaciones futuras para el desarrollo tecnológico y la convivencia con la inteligencia artificial es fundamental para que, en vez de ver las máquinas como una amenaza en contra de su desarrollo profesional y económico, lo vean como oportunidades de crecimiento.
En la actualidad, las nuevas generaciones tienen un ritmo de adopción de las nuevas tecnologías mucho mayor que las generaciones pasadas, en parte esto se le debe a la diferencia entre ser nativos digitales y ser inmigrantes digitales. Esto funge como punto a favor ya que mejora la adaptabilidad tanto de los individuos como del colectivo.
La creatividad y el conocimiento, valores incalculables en este proceso
Hay ciertos aspectos en los cuales los robots siguen siendo desplazados por el hombre, aspectos como la creatividad y las cualidades de interacción social no han podido ser sustituidas por un algoritmo y es por ello que en esos aspectos sigue siendo imprescindible el ser humano.
Por otro lado, las máquinas seguirán ganando terreno en las áreas donde se requiera hacer labores repetitivas, esfuerzo físico o procesamiento de información de manera masiva.
Para los trabajadores más calificados en ciertas áreas estratégicas, el éxito sigue estando garantizado, difícil será para quienes sean reemplazables por máquinas que automaticen estas labores.
En este sentido, se debe valorar y promover el proceso de aprendizaje continuo, estimular la creatividad y promover la curiosidad.
Sigue siendo valorado el poder saber de muchas cosas, lo que por ahora las máquinas han demostrado no tener, ya que suelen estar especializadas, a diferencia de las personas, que son capaces de manejar diversos tipos de procesos e información.
Capacidades que se valorarán en el futuro
El aprendizaje continuo es sin duda alguna, uno de los elementos más importantes. Otros de los aspectos que se valorarán a futuro son:
- Capacidad de adaptarse a nuevas formas
- Habilidades sociales
- Pensamiento crítico
- Creatividad
- Flexibilidad
- Autoconocimiento
- Autonomía
- Adaptabilidad
La creatividad en la era de la inteligencia artificial potencia los procesos educativos
Los expertos en la materia aseguran que un estado de conciencia en las máquinas está muy lejos de igualarse al de los seres humanos, esto quiere decir que siempre van a requerir del manejo de los seres humanos, sobre todo en aspectos relacionados con la creatividad, el ímpetu para hacer las cosas, la motivación y la imaginación.
Es necesario que los intereses de las personas se vean impulsados a aprender y a reaprender, sobre todo estimular este espíritu a las generaciones venideras.
Mientras que la inteligencia artificial actúa por el aprendizaje obtenido de la repetición, los humanos son los encargados de dar este aprendizaje a las máquinas y las acciones que impliquen improvisación por adecuación al entorno, será responsabilidad de personas y no de máquinas.
Educar para que los niños crezcan con un sentido crítico, estimular su creatividad, aprender haciendo y promover el autoconocimiento serán claves para que la adaptación del humano en la era de la inteligencia artificial sea lo más armónica posible.
La capacidad de razonamiento es una cualidad exclusiva de los seres humanos, esta es una ventaja que se tiene por encima de los robots, en este sentido puede explotarse como una fortaleza en el proceso de aprendizaje.
Aprender lo necesario y no lo obligatorio
Si las máquinas en algún momento van a igualar a los humanos en algunos aspectos e incluso van a superarlos en otros, esto debe ser utilizado como una fortaleza en el proceso de enseñanza.
Es de mayor provecho permitir la posibilidad de aprender lo necesario que intentar enseñar lo obligatorio, en este sentido, la educación debe ser un eje transformador en el cual las personas puedan desarrollar un sentido crítico y constituirse en un valioso elemento en las organizaciones.
Enseñar lo que está escrito en los libros no siempre puede resultar, esto es algo que los robots podrían hacer, puesto que representa algo automatizado. El aprendizaje experimental, creativo e ingenioso es algo que a corto plazo no será igualado por las máquinas y eso se valora de manera positiva en el proceso de transición de la humanización a la mecanización de ciertos elementos del proceso productivo.
La tecnología en la educación
Es posible que en la actualidad se haga cuesta arriba conseguir alternativas que permitan potenciar la adaptabilidad de la sociedad, sin embargo, hay ciertos aspectos de la tecnología que se pueden comenzar a introducir desde los niveles bajos y que siempre serán imprescindibles.
Por ejemplo, la enseñanza de la programación desde niveles bajos es una alternativa tangible y necesaria además, las máquinas siempre necesitarán de personas que las programen, y ¿qué mejor que aprender a hacerlo desde los primeros niveles de educación? La integración de la tecnología con la educación permite que los avances se vayan dando de forma orgánica y en vez de representar una amenaza para la fuerza laboral, signifique la creación de nuevas oportunidades.